
Sostenibilidad
Medioambiente
El proceso de reciclado de envases de vidrio es sencillo. Las botellas y tarros que se producen en la fábrica de envases de vidrio son trasladados a la planta envasadora, donde se llenan y utilizan para contener alimentos y bebidas. Dichos alimentos y bebidas, ya envasados, tienen como destino los canales de distribución. Desde estos lugares, los productos envasados son adquiridos, bien directamente por el ciudadano, bien por el sector hostelero, teniendo como destino final, en ambos casos, el consumo humano.
Una actividad compartida por las plantas envasadoras -a partir de envases reutilizados el número óptimo de veces y posibles roturas-, el sector hostelero y los consumidores es el depósito en los iglúes de botellas y tarros que han concluido su ciclo de uso. Todos estos envases de vidrio ponen en marcha el proceso conocido como reciclado, consistente en la recogida de los envases, separación de objetos extraños y triturado del vidrio, obteniendo el “casco de vidrio”.
Este material, como una materia prima, se funde con el resto de la arena, sosa y caliza para la fabricación de idénticos envases de vidrio, de tal forma que las botellas y tarros que incorporan casco de vidrio, siempre son nuevos. El vidrio ha demostrado ser uno de los envases más respetuosos con el medio ambiente. Es 100% reciclable un número indeterminado de veces y surge de materias primas abundantes en la naturaleza, mediante un proceso de extracción sencillo y no contaminante.
Por todo eso el vidrio es el envase ecológico por naturaleza.